El estilo periodístico es un tipo de escritura que se distingue de los demás (la literatura de ficción, por ejemplo) básicamente por dos características: su apelación directa a un referente (la realidad) y su lenguaje (claro, directo y conciso, dirigido a un público bien delimitado). Sobre esta apelación constante al referente se cimentó -casi con el nacimiento del periodismo como actividad reconocida socialmente- el paradigma de la objetividad periodística (paradigma que, por otra parte, va sufriendo diversas crisis en su relación con la verdad y la imposibilidad de una transmisión absolutamente fiel de ella). Desde otro punto de vista, se puede decir que lo que diferencia al discurso periodístico de -por ejemplo- el literario, es su estilo.
Ese estilo periodístico puede apelar a recursos como: la argumentación, la narración, la descripción, las figuras retóricas, fotografías, elementos gráficos, y si extendemos la noción a todo tipo de medios imágenes en movimiento y diversidad de sonidos. Asimismo, debe construir sus propias reglas y cumplir con ciertos requisitos para ser decodificado por el receptor. La particular combinación de todos estos elementos define el estilo del medio, que puede ser distinto al estilo de otros medios periodísticos. Es decir, existirían entonces dos definiciones de estilo: una amplia, que diferencia al estilo periodístico de los demás tipos de discursos (volvemos al ejemplo de la literatura), y una definición estrecha, que separa a unos medios periodísticos de otros de acuerdo a su diferente utilización de ese estilo.
Veamos las definiciones que existen sobre estilo: en "Conceptos clave en comunicación y estudios culturales", encontramos la siguiente definición:
"los estilos se relacionan con la manera de hacer ciertas cosas, por ejemplo, tocar una pieza musical, pronunciar un discurso, llevar un vestido o un corte de pelo, o la manera en que está escrito un libro".Vemos entonces que la noción de estilo tiene que ver con lo individual, es decir, que cada persona puede tener su estilo, o que cada periodista puede tener su estilo.
Gacetilla: es un texto breve y conciso, de un párrafo, que debe responder a las 5 preguntas clásicas: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿dónde? (en Estados Unidos esta forma se denominó "la de las 5 W") . También se designa como gacetilla a los comunicados de prensa que las oficias de difusión de entidades públicas o privadas hacen llegar a los medios de comunicación para dar a conocer sus actividades.
Crónica: para Mabel Martínez Valle, "la crónica responde al modelo periodístico más antiguo", aunque para Raúl Peñaranda, ese lugar es ocupado por el periodismo de opinión, ya que las primeras publicaciones periódicas surgidas tiempo después de la aparición de la imprenta de Gutemberg, "se referían generalmente a temas políticos y eran usados por distintos grupos de interés como instrumentos de amplificación de las ideas". . La forma original de la crónica era la pirámide normal o relato cronológico, con una introducción, un desarrollo y desenlace. Ese tipo de relato, que hegemonizó el periodismo norteamericano del siglo XIX, evolucionó hacia la pirámide invertida, donde la información principal aparece en el primer párrafo, para facilitarle la tarea al lector con un acceso más rápido a la información, ya que no tiene tanto tiempo para detenerse a leer un periódico. Además, la estructura de pirámide invertida (cuya creación es atribuida a la agencia de noticias Associated Press, que utilizaba el telégrafo para transmitir la información, por eso el esquema de pirámide invertida aseguraba la adquisición de los datos más importantes al principio por si se cortaba la transmisión) facilitaba la tarea del paginador o diagramador, ya que si sobraba material se podía cortar párrafos de abajo hacia arriba sin correr riesgos de omitir información importante. Esto, con la incorporación de las computadoras personales a las redacciones prácticamente no es necesario. La crónica debe responder en su primer párrafo (que de acuerdo a distintos autores adquiere los nombres de cabeza, copete o lead) a los cinco interrogantes ya descritos en la definición de gacetilla. La crónica contiene la narración del hecho, descripción de ambientes y personas, transcripciones de testimonios y otros datos que ayuden a contextualizar la información. En Estados Unidos, Francia y España, este tipo de género es denominado reportaje, término al que por otra parte nosotros consideramos sinónimo de entrevista. Si el periodista recurre a la explicación o la interpretación de los hechos, la crónica pasa a ser más interpretativa que informativa. Para el Manual de estilo de La Nación, "la crónica por lo común es un género caliente, lo que requiere del periodista que esté en el lugar y que sea testigo del hecho acerca del cual va a informar a sus lectores".
Entrevista: The New York Times publicó la primera entrevista de la historia el 20 de agosto de 1859, cuando Horace Greeley se la realizó al líder mormóm Brighman Young . Se trata de dar a conocer información proveniente de una persona autorizada, o bien su objetivo es revelar el pensamiento de determinada personalidad o su impresión sobre algún tema de actualidad. El periodista puede optar por transcribir textualmente las preguntas y las respuestas, y hacer antes un retrato de la situación de entrevista: el lugar, la hora, la disposición del entrevistado, su estado de ánimo, su forma de vestir y el motivo de la entrevista. Si el periodista incurre en la interpretación de gestos, actitudes y respuestas, la entrevista pasa a ser más bien interpretativa que informativa. Vemos así la dificultad de considerar los géneros como formas discursivas puras.
Nota: este tipo de producción periodística aparece avanzado el siglo XX. Aquí, el periodista no tiene que limitarse al relato objetivo de los hechos, sino que puede valerse de la creatividad para "acercar al lector al ambiente, la situación, los personajes que pone en juego la noticia. Complementa la información dura con datos del contexto, historias colaterales, reflexiones, anécdotas o hechos significativos". Se trata de una nota tratada con profundidad, que arroja luz sobre algún acontecimiento de actualidad, aunque también es un formato muy apto para realizar notas no sujetas a la temporalidad (muy comunes en las revistas semanales, quincenales o mensuales). Este es otro de los géneros que se pueden cruzar al terreno interpretativo, dependiendo de la dosis de explicación e interpretación que aplique el periodista a la hora de realizarla.
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